LA EXPLORACIÓN DEL LITIO PERUANO CADA VEZ MÁS CERCA
Por Oscar Maúrtua de Romaña[1]
En anteriores
publicaciones sobre la materia, he reiterado la importancia de acelerar el
proceso de exploración y, posteriormente, explotación a través de una
extracción sostenible que nos permita percibir los importantes beneficios
económicos de este cotizado mineral, el cual mantiene un precio bastante
atractivo dentro del mercado internacional. Con el mostrado interés por parte
del Gobierno peruano por iniciar la explotación del denominado “oro blanco” que
radica en la provincia de Puno, hemos entrado a una nueva fase que apunta a un
futuro prometedor lleno de beneficios económicos que acarrean, definitivamente,
algunas dificultades, pero incontables oportunidades.
Una primera
dificultad es la falta de capacidad que tiene el Estado para poder identificar
y recolectar este mineral en las cantidades necesarias para que el esfuerzo y
la mano de obra sea autosustentable, es decir, que la ecuación del costo y
beneficio sea positiva. Actualmente, se debe reconocer que el déficit del
Estado peruano por su explotación, incentiva a una apertura de la inversión en
nuestro territorio que permita que el sector privado, a través de su
infraestructura y el know how requerido, se convierta en el principal
aliado para el beneficio de todos.
Otro aspecto que
es necesario ir abordando, con la finalidad de poder establecer un mecanismo de
extracción eficiente, es el cálculo de los depósitos actuales y una
aproximación certera de la cantidad de este mineral en nuestro territorio. Esa
información es considerada vital, más aún sabiendo que es necesario solicitar
informes de impacto ambiental producto de este trabajo de explotación y que, a
su vez, requiere de un proceso constante de diálogo social con la población en
Puno para explicar los beneficios de este mineral y su impacto social.
Sobre la
regulación jurídica vigente, es necesario proponer y establecer cuales son
funciones reguladoras que debería cumplir el Estado, para mantener estándares
ambientales y sociales adecuados. Sumado a ello, tenemos legisladores que
exigen su nacionalización, sin tener exn cuenta las deficiencias que esto ha
traído a los países que la aplicaron con sus recursos naturales, incluido el
litio. Y es que, en este aspecto, reitero la posición de que es necesario
contar con la expertise del sector privado e incentivar la inversión
internacional en nuestro país.
Sin embargo,
mencionar únicamente las dificultades no expresan realmente la situación actual
del litio para el Perú. Como lo he evidenciado en otros artículos y posiciones
al respecto, existen diversos beneficios directos y transversales producto de
la explotación de este mineral que es necesario que sea reconocido y tomado en
consideración por parte del Estado.
Según reportes del
United States Geological Survey (USGS) Argentina, Bolivia y Chile concentran
más del 50% de las reservas de litio del mundo, creando el denominado
“Triangulo del Litio” que abarca una extensión concreta entre estos Estados. Si
bien, Brasil mantenía una gran cantidad de recursos, lo acumulado entre estos
tres países superaban, con creces, las reservas mundiales con respecto a otras
regiones. Sin embargo, ahora el Perú se ha sumado a los países de la región
sudamericana que tiene reservas de este importante mineral, lo que supone una
gran oportunidad para establecer mecanismos de cooperación internacional entre
los países hermanos.
Fuente: El 'litio providencial' en América Latina y el Perú de Hugo Neira para “El Montonero”
Ciertamente, la
inclusión del Perú en el grupo de Estados sudamericanos que cuentan con litio
en el territorio, expande las oportunidades de crear carteles de este material
con nuestros pares en la región o la conformación mesas de trabajo bilateral o
multilateral para mejorar las tendencias de desarrollo, explotación y
producción entre los interesados. Compartir las experiencias, fortalecer los
lazos y establecer puntos de cooperación es una de las grandes agendas que se
podrán abordar a futuro y que considero que es fundamental para una extracción
autosustentable.
Otra oportunidad,
por la que bien valdría darle cierto grado de prioridad al inicio de nuestras
actividades con el litio, es el uso de este mineral con la finalidad de
fabricar baterías. Actualmente, las principales marcas de celulares que copan
el mercado de estos aparatos tecnológicos utilizan baterías de iones de litio,
los cuales permiten ciclos de carga más extensos, una mayor duración en la vida
útil de la batería, facilidad en su reemplazo y la emergente tecnología
denominada carga rápida que constituye un elemento y factor importante
al momento de comprar un celular.
Considerando que
el mercado de estas baterías y la necesidad de abastecimiento de la materia
primar para su confección, va en un creciente aumento desde hace varios años,
resulta imperante que el Perú pueda posicionarse, de manera eficiente, en este
ejercicio de distribución a través de nuestros acuerdos comerciales ya
suscritos con nuestros principales aliados a nivel mundial. Y es que, según
reportes de IDTechEX, empresa especializada en estudio de mercado de tecnología
emergente, el mercado de las baterías de iones de litio alcanzaría, hacia el
año 2033, los 430.000 millones de dólares.
Fuente: RJR Lithium
Asimismo, es de
público conocimiento que la Unión Europea, Estados Unidos, China y otros países
están en medio de una transición energética y descarbonización, lo que resulta
una ventana oportunidades a países que tienen reservas de litio ya sea en
salares o roca como es el caso del Perú. Principalmente, los países europeos
buscan desarrollar su potencial industrial de manera sustentable, por lo que
requiere grandes cantidades de materias primas menos contaminantes, entre ellas
litio.
Uno de los
beneficios transversales que conllevan la extracción del litio en nuestro país,
es la generación de empleo en la región de Puno, provincia que ostenta
actualmente la concentración de este material en el Perú. No es un secreto que
la región necesita una reactivación económica que permita la distribución
equitativa y eficiente de la riqueza, más aún, en el presente escenario y auge
en la demanda de esta materia. Ciertamente, si bien, el Estado peruano no tiene
las condiciones necesarias para extraer el litio bajo los términos necesarios,
sí ostentamos el escenario idóneo para incentivar la inversión privada en
nuestro país. De acuerdo con la práctica precedente y como se ha demostrado en
cada inversión, esta situación conlleva a la necesidad de contratar mano de
obra nacional para efectivizar las herramientas de extracción, por lo que es
posible que, una vez se realice la concesión correspondiente, veamos un
porcentaje superlativo de creación de puestos de trabajo que beneficiará a la
población de Puno y significará una mejoría en los aspectos de desarrollo
económico, profesional y el de bienestar social.
En síntesis, una vez más, los recursos ambientales vuelven a ser generosos con Sudamérica, así como nos sitúan en una posición prodigiosa llena de beneficios y grandes proyecciones de desarrollo regional, aunque también, conlleva a desafíos y responsabilidades con nuestro medioambiente. En nuestra región, históricamente, se han concentrado grandes recursos como el oro, la plata, el cobre, el hierro, el guano, el caucho y, hoy por hoy, el litio comienza a surgir como una de las principales fortalezas en Sudamérica y que beneficia, directamente, a 5 Estados, entre ellos, el Perú. En ese contexto, es necesario que el Estado articule sus principales mecanismos de acción para garantizar una extracción y producción de este material y alcanzar un óptimo grado de distribución, así como el ingreso al mercado de este mineral emergente que, a día de hoy, concentra una demanda superlativa, siendo que incluso, en las proyecciones para los siguientes años, el interés por esta materia prima sería aún mayor.
[1]
Jurista y diplomático
peruano. Ex Canciller del Perú y Presidente de la Sociedad Peruana de Derecho
Internacional.