Columnas mundiales de la SPDI: Los embajadores no residentes y los embajadores itinerantes

 LOS EMBAJADORES NO RESIDENTES Y LOS EMBAJADORES ITINERANTES

Embajador Jorge Castañeda

Las relaciones entre Estados se materializan principalmente mediante cuatro modalidades de representación: misiones residentes, misiones concurrentes, embajadores no residentes y embajadores en misión especial o itinerantes, y oficinas consulares de carrera y honorarias. La elección de cada modalidad refleja directamente la intensidad de los vínculos bilaterales y los intereses estratégicos. Las misiones residentes, encabezadas por un embajador con sede permanente en el país receptor, constituyen el estándar para relaciones prioritarias, garantizando atención continua y presencia institucional.

Las misiones concurrentes permiten a un mismo embajador, acreditado ante un país sede, representar simultáneamente a su nación en uno o más Estados adicionales, generalmente vecinos, optimizando recursos.

El Embajador no residente se acredita en un país o varios países, pero no reside en ninguno de ellos, reside en el país al que pertenece. Su función es similar a la de un Embajador residente, pero con la diferencia de que no está presente de manera permanente en el país donde está acreditado, aunque viaja allí 2 o 3 veces al año, por períodos cortos de 10 a 15 días, para cumplir su misión.

El Embajador en misión especial o itinerante, generalmente con sede en la Cancillería del Estado que envía, viaja periódicamente a diferentes países o regiones para representar los intereses del país y promover las relaciones bilaterales o gestionar apoyo o acuerdos específicos. A diferencia del Embajador no residente, no está acreditado de manera permanente ante un país o grupo de países.

La categorización de las relaciones bilaterales se suele expresar en tres niveles, en función de la intensidad de los vínculos bilaterales, los intereses estratégicos en ámbitos, como el político, comercio, inversiones,  cultura, cooperación en el ámbito multilateral  seguridad y la defensa, y la  cooperación y coordinación multilateral. Esta categorización permite evaluar la intensidad y prioridad de las relaciones a bilaterales entre países, y puede ser útil para orientar las estrategias y políticas de cooperación y negociación. Al entender la prioridad de cada relación bilateral, los países pueden enfocar sus esfuerzos en fortalecer y profundizar sus vínculos con aquellos países que son más relevantes para sus intereses estratégicos.

Los niveles de prioridad se pueden clasificar de la siguiente manera: un nivel alto se asigna a países con relevancia en todos los ámbitos mencionados anteriormente, como el político, comercio, inversiones, cultura, l cooperación, la seguridad y defensa, y la cooperación y coordinación multilateral. Un nivel medio se asigna a países con relevancia en los ámbitos político, comercial, de cooperación y participación internacional. Un nivel bajo se asigna a países con relevancia en los ámbitos político, comercial y participación internacional. Esta clasificación permite a los países priorizar sus relaciones y enfocar sus esfuerzos en aquellos países que son más importantes para sus intereses.

En resumen, la categorización de las relaciones bilaterales es una herramienta útil para evaluar la intensidad y prioridad de las relaciones entre países, y puede ser utilizada para orientar las estrategias y políticas de cooperación y negociación. Al entender la prioridad de cada relación bilateral, los países pueden tomar decisiones informadas sobre cómo enfocar sus esfuerzos y recursos para fortalecer y profundizar sus vínculos con otros países.

Dentro de la categorización de países de media o baja intensidad se ubican las misiones concurrentes, embajadores no residentes y los embajadores en misión especial o itinerantes.

El Perú dispone de 66 misiones residentes, de las cuales 33 cuentan con concurrencias en 87 países. En algunos casos, una misión residente es concurrente simultáneamente hasta en 10 países, no necesariamente vecinos. La mayoría de las embajadas concurrentes están ubicadas en Asia, África y Oceanía.

La modalidad de las concurrencias en el caso del Perú presenta limitaciones debido a que habitualmente las Embajadas residentes a cargo de las concurrencias cuentan con personal y asignaciones presupuestales limitadas. Esto no les permite realizar desplazamientos continuos y, por lo tanto, la prioridad de su gestión se enfoca en el país donde tienen residencia, en detrimento de su labor en las concurrencias. Como resultado, la labor de representación y gestión en las concurrencias es fundamentalmente formal, sin mayores logros.

Esta situación se agrava si se considera que, para la acreditación de un Embajador concurrente, se requiere el pedido de beneplácito y presentación de credenciales. Durante este período, el país queda sin una representación formal, lo que puede durar meses o años en algunos casos. Esto puede tener un impacto negativo en la efectividad de la diplomacia peruana en los países concurrentes.

Lo expresado amerita una evaluación sobre la pertinencia de la continuidad de la modalidad de las concurrencias o su reemplazo por el sistema de embajadores no residentes y Embajadores itinerantes. Estos ofrecen beneficios significativos en términos de ahorro de costos, flexibilidad, eficiencia y promoción de intereses. Ambas modalidades pueden ser efectivas en diferentes contextos y pueden contribuir al fortalecimiento de las relaciones entre países y la promoción de la cooperación internacional.

La utilización de ambas modalidades permitiría al Perú tener una presencia más efectiva en países con los que no tiene una misión residente, lo que sería beneficioso para promover los intereses nacionales y fortalecer las relaciones bilaterales. Para lograr una mayor efectividad, es importante que estas modalidades se apoyen en consulados honorarios en los países donde los Embajadores no residentes y los itinerantes son acreditados o viajan. De esta manera, se podría tener un contacto local que facilite la gestión y permita una mayor interacción con las autoridades y la sociedad civil de los países respectivos.

En este sentido, la implementación de embajadores no residentes y Embajadores itinerantes podría ser una estrategia efectiva para fortalecer la presencia diplomática del Perú en el exterior y promover los intereses nacionales de manera más eficiente. La evaluación de la pertinencia de estas modalidades y su posible implementación requeriría un análisis detallado de los beneficios y desafíos que podrían surgir en cada contexto específico.

Correspondería a la Dirección General de Estrategias de Política Exterior trabajar en estrecha colaboración con los demás órganos de línea de la Cancillería para organizar una agenda de objetivos específicos de política exterior para cada uno de las modalidades. Esta agenda sería fundamental para definir las prioridades y metas que se buscan alcanzar en las relaciones bilaterales con cada país.

Los Embajadores no residentes y los Embajadores itinerantes serían responsables de la ejecución y seguimiento de la agenda bilateral con el país o países donde están acreditados o para cumplir una misión específica. Para ello, deberían coordinar estrechamente con los respectivos órganos de línea del Ministerio de Relaciones Exteriores y con entidades del sector público y privado cuando sea necesario. De esta manera, podrían garantizar una implementación efectiva de la agenda y alcanzar los objetivos establecidos.

La implementación de la modalidad de Embajadores no residentes y Embajadores itinerantes podría realizarse de manera progresiva, iniciando con un proyecto piloto que permita evaluar y ajustar la estrategia antes de su implementación a gran escala. Para ello, sería necesario definir las funciones generales y específicas para dichos cargos, dotar a la Dirección General de Estrategias de Política Exterior de los recursos humanos y logísticos necesarios para dicho fin y asignar el presupuesto correspondiente necesario para su implementación.

La utilización de la modalidad de Embajadores no residentes y de Embajadores itinerantes se presenta como una herramienta estratégica que permitiría potenciar la presencia efectiva del Perú en los países donde actualmente existen concurrencias diplomáticas. Además, esta modalidad ofrece la oportunidad de ampliar la representación peruana a otros países con los cuales no se tiene una presencia diplomática permanente, lo que podría ser beneficioso para promover los intereses nacionales y fortalecer las relaciones bilaterales.

* La SPDI deja constancia que las opiniones vertidas en la presente columna reflejan solo el punto de vista de la persona autora y son exclusivamente atribuibles a ella.